12/5/13

La decisión es de Santiago Rey: cambiar la cúpula, vender la empresa o esperar el estallido

Viñeta de El Roto
Con motivo de la errática gestión y de la delicada situación laboral del Grupo Voz, ExVoz ha solicitado opinión a dos especialistas en gestión de recursos humanos y con experiencia en empresas que operan en el mundo de la cultura, la publicidad, las relaciones empresariales, la información, la comunicación y otros servicios.
Sus opiniones son estas:
«Primero de todo, debemos alertar de que uno de los peores males que puede sufrir una empresa de tamaño medio o grande que edita un periódico, o una empresa con plantilla de similar composición, es que los trabajadores pierdan el respeto y la confianza en los responsables de la gestión y peor aún, que eso ocurra por falta de pericia, por mantener actitudes inadecuadas, por carencia absoluta de empatía y por irresponsabilidad de los gestores o directores.
«Ese tipo de situaciones solo tienen dos soluciones, una relativamente fácil y otra compleja y dolorosa. Solo excepcionalmente hay soluciones intermedias, pero opinamos que este no es el caso de La Voz de Galicia.
«Es muy importante que la elección entre una y otra solución sea decidida por el propietario de la empresa, pues solo así conservará la iniciativa, esto es fundamental porque si se aviene a negociar esa primera decisión o cede esa responsabilidad, su autoridad quedará en entredicho.
Dos soluciones reales y una salida en falso
«Las dos soluciones posibles y de futuro son:
«La primera solución, la única que realmente abre horizontes y la más sencilla de ejecutar, consiste en relevar a los gestores que han perdido la credibilidad y la autoridad profesionales, para así arbitrar nuevos criterios de gestión, reformar los viejos y aplicarlos con personas adecuadas y creíbles.
«A causa de las circunstancias que se registran en La Voz de Galicia, la renovación debería tener dos objetivos fundamentales: mejorar el producto para aumentar ingresos y detener el declive, y hacer ajustes económicos sin discriminaciones y que causen el mínimo dolor posible.
«A mayores, en La Voz de Galicia hay un factor determinante para prescindir de los altos cargos que ya son "inservibles" e incluso perjudiciales: un gestor o director que ha perdido el respeto profesional de sus subordinados es prácticamente imposible que lo recupere.
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(NOTA de ExVoz. Para optar por el relevo de varios altos cargos no solo pesan las circunstancias que apuntan los consultores, hay algo que a nuestro parecer es tanto o más relevante: hay altos cargos que han causado daño a las personas de forma premeditada, como es el caso del gerente Santiago Pérez Otero, que en el 2011 programó un aumento del gasto para derogar el veto a los despidos con la finalidad expresa de que a partir del 1 de enero del 2012 los despidos fueran sistemáticos e inevitables. Actitudes y decisiones como las de Pérez Otero, que para colmo recurre a la simulación en sus relaciones laborales y profesionales, emponzoñan la convivencia en el centro de trabajo. Ese tipo de gestores deben ser apartados de la cúpula de la empresa si esta desea mantener relaciones de respeto mutuo con los trabajadores)
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«Si el propietario de La Voz de Galicia solo aspira a imponer reducciones de salarios, despedir más empleados y aplicar medidas similares negándose a consensuar aunque solo sea parcialmente un proyecto de futuro, lo más efectivo para conservar el mayor número posible de empleos es que opte por la segunda solución: vender la empresa.
«Esta segunda solución, la venta, es traumática para ambas partes pero para el empresario solo "sentimentalmente" porque, resumiendo, significa hacer caja y traspasar la tarea de reparar el estropicio, si hay alguien dispuesto a comprar el periódico, lo que muy probablemente no será fácil en la actual coyuntura socio-económica y política.
«Si nadie se interesara por la compra pero el empresario estuviera decidido a desembarazarse de la empresa y de los problemas, la voluntad de vender puede derivar en una liquidación. Desde el punto de vista del empresario, esta es una solución razonable y, además, es legítima. Pero para el empresario la liquidación tiene un inconveniente: dejará de ingresar dinero y muy probablemente también lo perderá, y aunque es imposible calcular ni siquiera aproximadamente cuánto porque desconocemos la situación patrimonial y financiera de la sociedad, estimamos que si no hay compradores la sangría económica que sufrirá el propietario puede ser notable (los inmuebles y equipamientos en desuso pierden valor muy rápidamente).
«También hay una salida en falso, que no es una solución para nadie: dejar que la empresa siga deteriorándose con la inútil esperanza de que los problemas y las deficiencias desaparezcan por si solas.
«Aplazar la elección entre reparar/renovar o vender/liquidar, equivale a optar por la salida en falso, que tiene un agravante: cuando inevitablemente afloren nuevamente las tensiones y los problemas, el conflicto será más profundo y tendrá consecuencias más negativas, incluida la posible paralización de la actividad por huelga o por cierre patronal, y aunque en ambos casos se tratara de paralizaciones temporales, en empresas que comercializan productos perecederos (pan, periódicos, pescado fresco...) dejar de vender un día tiene notables secuelas, que son más y más graves en función de las jornadas que se prolongue la huelga o el cierre patronal.
Rigor, discreción y sin compadreo
«Si el propietario de La Voz de Galicia, que tiene la ventaja de poseer todo el poder de decisión, actúa con inteligencia porque realmente quiere salvar y revitalizar la empresa, optará por destituir a los gestores o directores causantes del deterioro (no es preciso despedir a todos los "culpables", basta relegarlos, pues según nos habéis informado hay contratos por los que esas personas pueden ser reubicadas en sus anteriores puestos de trabajo con las categorías laborales que tenían).
«Atendiendo al organigrama y funcionamiento de La Voz de Galicia, los relevos no tienen porque ser problemáticos ni provocar disfunciones, pues los altos cargos a reubicar o despedir serán ocho, diez o pocos más y pueden ser sustituidos de forma escalonada, lo que además facilita implementar nuevos criterios y, de paso, reducir el número de mandos intermedios (por ejemplo, subdirectores y redactores jefes), cuyo número actual es claramente excesivo e innecesario (el organigrama de la empresa es "funcionarial" y acumula duplicidades).
«El empresario debe estudiar con rigor qué cabezas debe cortar, para lo que conviene el asesoramiento de varios profesionales o empresarios conocedores del periódico, siendo recomendable que ninguno de esos asesores trabaje actualmente en La Voz de Galicia ni tenga relación personal con los posibles relegados o despedidos, lo que contribuirá a que las valoraciones no estén mediatizadas.
Ganar aliados respetables y respetados
«Tratándose de empresas que comercializan diariamente un producto perecedero, es muy recomendable que nada más ejecutar el primer relevo entre los gestores, el empresario (personalmente y apoyado por una o dos personas, no más, de su más absoluta confianza) convoque al comité intercentros y abra formalmente una serie de encuentros para estudiar cómo solventar o paliar las dificultades del periódico. Pero no se trata de abrir una negociación, sino que basta con programar encuentros a fin de poner encima de la mesa datos y propuestas, lo que enriquecerá un plan de futuro lo más consensuado que sea posible, pues el intercambio mejorará su eficacia y contribuirá a que el compromiso de los trabajadores con la marcha de la empresa sea mayor.
«Al mismo tiempo, es capital que la empresa se gane la colaboración de los profesionales más capacitados y, por encima de todo, de los que sean más respetados por los trabajadores de los distintos departamentos.
«Esta es, resumiendo, la única solución inteligente y de futuro si el empresario quiere evitar la venta o que el creciente deterioro desemboque en un conflicto incontrolado.
La indecisión conduce al estallido
«Existe la posibilidad, ya lo hemos mencionado, de que los problemas queden temporalmente adormecidos, sea por desidia o por miedos, pero insistimos en que eso solo aplaza el estallido (lógicamente, salvo que la empresa reconsidere sus recientes decisiones y los gestores corrijan sus errores; en el caso de La Voz de Galicia lo segundo es menos probable que lo primero).
«Teniendo en cuenta las proyecciones económicas para el corto y medio plazo y las específicas para la prensa (es decir, las condiciones de orden general a las que las empresas están supeditadas), el escenario no mejorará este año ni durante el próximo y las posibilidades de que lo haga siquiera ligeramente en el 2015 son remotas, de manera que no hacer nada desembocará en el estallido del conflicto, con el agravante de que las posiciones se habrán enconado, el enfrentamiento se habrá podrido generando pugnas personales (esto es muy peligroso) y el estallido causará daños muy graves, acaso irreversibles.
«Por último, debemos subrayar que en empresas con plantillas en las que una amplia mayoría de los empleados tienen formación cultural o técnica alta o universitaria la gestación de los conflictos es prolongada, registra puntuales agravamientos o mejorías, pero acaba reventando y lo hace con mayor poder destructivo que en empresas que requieren menos inteligencia productiva.
«Con relación a esta característica, en La Voz de Galicia se dan dos problemas añadidos: el periódico ya ha dilapidado demasiado capital humano experto y valioso, y para colmo sufre una creciente pérdida de identidad y de atractivos como medio informativo.
«Todo ello sin olvidar que en empresas con el tipo de personal mencionado es imprescindible que haya consensos, aunque solo sean de mínimos, pues garantizan que la bondad del periódico, ¡cuyo proceso de producción es 24/24 y 365/365!, tenga una calidad constante en el tiempo.
«No menos importante es que un conflicto grave no solo dinamita los consensos empresa-trabajadores, sino también gran parte de los que se han creado de forma "natural" entre los propios empleados y que en un periódico o empresas similares conviene conservar».
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ENLACES a los post anteriores referidos al mismo asunto:
--- el pasado jueves, 9 de mayo, «La Voz reconoce graves apuros económicos y anuncia que revocará el convenio colectivo», y
--- ayer sábado, 11 de mayo, «La reforma laboral que tanto alabó La Voz amenaza con laminar los salarios de sus trabajadores».
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ENLACE a «La Voz de Galicia plantea una rebaja salarial del 15% y del 66% en pluses por causas económicas», en PRNoticias.

15 comentarios:

  1. Anónimo12/5/13

    Santiago Rey ya no tiene mucho tiempo, o actúa ahora o será demasiado tarde. Los buenos profesionales ya están fuera del periódico y los que quedan están acostubrados a no aportar ideas ni implicarse (esa es una de las razones por las que conservan sus puestos).
    Debemos tener en cuenta que los miembros de "el grupito" son todos irrecuperables, los más antiguos porque son los que planificaron este cáos para beneficiarse ellos. Los nuevos en el mando como Lois Blanco cuando sea relevado de su puesto, que lo será, no habrá donde colocarlo porque ya antes de ser Director General no era más que un amargado y acomplejado funcionario que subió haciéndole la ola al Presidente. Después de muchos años trabajando a su lado, sólo le ví sonreir y dar las gracias a raíz de su nombramiento porque antes no hablaba ni con su sombra.
    El no aportó nada a este descalabro, cuando entró ya estaba todo hecho, sólo se prestó a apuntillar a sus compañeros.
    Es incomprensible como consiguió engañar a Santiago Rey o ¿será que fué elegido precisamente por ser el que estaba dispuesto a llevar a sus compañeros al paredón?
    Vilela no sirve ni para eso, es cobarde y no da la cara, no opina en los Commités de dirección y no se atreve a salir a la redacción. Lo suyo es conservar ese puesto que nunca penso que llegaría a alcanzar.
    María Velázquez fué contratada para lo que sabe hacer, el trabajo sucio de comunicar los despidos. Es fría y calculadora, es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir sus propósitos y, Santiago Pérez, es el que maneja los hilos de todos, un acomplejado que para ocultar su ineptitud culpa a todos de sus conocidas "desfeitas".
    En estas manos está La Voz, nunca el nivel de directivos estuvo más bajo ni la pasividad de sus empleados tan alto.

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    1. Anónimo12/5/13

      Aplaudo este comentario. Sólo un matiz. Hay trabajadores que nos hemos implicado y nos implicamos varias veces al mes. Pero nadie nos escucha porque no interesa. Esa alta dirección tiene decenas de propuestas por escrito para levantar uno de los mejores diarios de España. La pena es que los que tienen que escuchar y aprender de su plantilla sólo lo hacen con los afines, es decir, los pelotas, es decir, los que les dan la razón en todo. Y en ese circulo vicioso estamos. Alguien debe contarle todo esto a Santiago Rey, porque dudo mucho de que sepa lo mediocres que son muchos de sus directivos.

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  2. Anónimo13/5/13

    Los que trabajáis en la Voz le dais muchas vueltas a lo que desde fuera todos vemos con claridad, pues es más que evidente que los directivos de la Voz y los que mandan en la redacción lo único que persiguen es chupar de la teta todo lo que puedan hasta que se agote. Ricardo O.C., Pontevedra.

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    1. Anónimo13/5/13

      Los que trabajamos en la Voz sí nos damos cuenta, lo que todavía no hacemos todos es actuar en consecuencia y no hace falta hablar de huelgas, sería suficiente con dejar de dirigir la palabra a los que están chupando de la teta hasta que se agote, sean los jefes o sus pelotas, empezando por Santi Pérez, Lois y Vilela.

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    2. Anónimo13/5/13

      Tienes toda la razón, están jodiéndonos el futuro y el de nuestras familias y todavía hay quienes les sonríen.

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    3. Anónimo13/5/13

      Por lo que leo y me cuentan, los trabajadores de la Voz estáis entre los que desearían tener los empresarios más explotadores de España, porque si es verdad lo que cuenta este blog, y no tengo porque dudarlo, si la dirección aumentó los gastos para que hubiera pérdidas y poder despedir más gente, es difícil entender que los directivos sigan yendo a trabajar sin sentirse ni siquiera incómodos.
      Tengo un amigo que trabaja en la central de la Voz de Arteixo y dice que el gerente Santiago Pérez se pasea con un puro por la finca de la Voz y que la gente lo saluda como si fuera un amigo al que se encuentran por la calle.
      Es normal que a los periodistas se les esté perdiendo el respeto, por lo que veo tampoco os respetáis ni vosotros.

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    4. Anónimo13/5/13

      Es imposible que se respeten a si mismos los periodistas de un periódico que publica el artículo de Reigosa http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2013/05/13/colau-padilla/0003_201305G13P12991.htm dedicado a hablar mal de las pocas personas que dejaron a un lado sus vidas personales para pelear contra los desahucios y contra el paro juvenil.
      En la Voz no debe haber nadie que piense lo que publican y que piense que el 99% de los que compramos el periódico estamos jodidos con lo que pasa y que es asqueroso ver que la Voz publica más artículos contra los que estamos arruinados que contra los que nos arruinan a todos.
      Así entiendo que esos periodistas hagan lo que dice el del comentario anterior, los periodistas de la Voz saludan como amigos a los que les despiden y quieren que los demás hagamos lo mismo.

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  3. Anónimo13/5/13

    Los especialistas que han escrito todo eso no tienen en cuenta una cosa que desmonta su teoría, que como teoría es perfecta no lo dudo, y es que ahora mismo y aunque en las asambleas se hagan críticas, creo que la mayoría de los periodistas de la Voz están más preocupados en estar bien con el director y los jefes de sección que en el futuro de la empresa.
    Trabajo en la Voz, veo a esos periodistas todos los días y nunca los vi ponerse de acuerdo para hacer algo contra las basuras que se publican y en contra de los que usan el periódico para hacer política. Es normal que cada vez vendamos menos, ahora hasta mis hijos dejaron de comprar la Voz.

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  4. Anónimo13/5/13

    Non espero que os da Voz sexan quen de arranxar o xornal. Por riba o dono é un marqués indolente, aínda que non teña o título, deses que pensa Galicia como se fora unha finquiña propiedade dos seus amigos.
    A Voz vai camiño de ser o xornal de "La Coruña" e botará á rúa a máis da mitade dos actuais traballadores nos próximos dos ou tres anos. Será outro Ideal, pouco máis. Galicia é un país perfecto para o xornalismo localista, esa foi unha das razóns polas que as edicións locais da Voz tiveron tanto éxito, polo xeral os galegos non viven nun país, cren vivir nunha aldea aillada, nunha vila, como moito nunha comarca ou nunha cidade.
    Os que escribides en ExVoz e a minoría de xornalistas que tentades que o xornal sexa a voz do país chamado Galicia esquecedes que loitades contra a mentalidade da maioría dos galegos e tamén da maioría dos xornalistas galegos, para os que o futuro é un asunto persoal.
    "Perro come perro", como dixo un dos xornalistas que traballou na Voz e desde hai uns anos tiña vergoña do que lía ao día seguinte.
    Non traballo na Voz nin son xornalista, pero teño dous amigos xornalistas que como vós teñen a esperanza de correxir o rumbo da Voz, pero coido que o lóxico é que busquen outro traballo no sector da publicidade ou en empresas dedicadas ao comercio internacional, ás relacións públicas e empresariais e que o fagan antes de que aumente a competencia pois cada vez serán máis os xornalisats no paro.
    Coido que na Voz, como noutros xornais, a Galicia dos de sempre gañou a batalla aos de Sempre en Galiza (nacionalistas e non nacionalistas).

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  5. Anónimo13/5/13

    Eso no es un periódico, es un panfleto con noticias de relleno que vende páginas paraq quienes pueden pagar o tienen influencia para que les hagan propaganda, unos para vender más y otros para ganar elecciones. Un periódico así no puede competir con la TV ni tampoco en Internet. No es extraño que se esté hundiendo, lo que no entiendo es que el empresario no haga nada para evitarlo.

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  6. Anónimo13/5/13

    Mañana martes trabajaremos en La Voz VESTIDOS DE NEGRO para mostrar nuestra repulsa a la salvajada de Lois Blanco, gracias a una propuesta de urgencia planteada esta tarde por el Comité de Empresa. Quedará a la vista quién es quién.

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  7. Anónimo13/5/13

    Santiago Rey tendría que leer estas propuestas. ¡Hay que salvar La Voz! Soy suscriptor de segunda generación, que la leo desde niño y ahora tengo más de cincuenta años. Si esta cabecera desapareciese, Dios no lo quiera, mis desayunos nunca serían los mismos. Ánimo a todos. Por cierto, hay que tratar de recomponer la relación entre el Depor y La Voz, envenenadas por sir Paco, y que no son buenas para nuestro periódico.

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  8. Anónimo13/5/13

    Me parece una buena idea pero debo decir que me sorprendería que aparte de los miembros del comité, la mayoría de la gente no aparezca vestida de "rojo" en señal de pasión por la empresa.
    A estas alturas, después de todo lo que pasó y que en esa casa no se haya dado ninguna señal de fuerza por parte de los empleados hace que los directivos estén muy crecidos. Ojalá me equivoque y mañaña La Voz sea tan negra como el futuro que le espera si los trabajadores no reaccionan. Mucha suerte!

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  9. Anónimo13/5/13

    Por ahí tenéis que empezar, todos los días recordarles que no aceptaréis más recortes, que tienen que contar co vosotros para seguir adelate. Ellos seguirán pidiedo más y más hasta que vosotros les digáis "NO". El Presidete quiere resultados, ellos están ahí porque le llevan resultados, le dicen al Presidete que pueden seguir apretando porque hasta ahora no habéis dicho que NO a nada. El primer día que le digan que no pueden apretar más, los echará a la calle.
    Así que adelate, el futuro depende de vosotros.

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  10. Anónimo14/5/13

    Indudablemente la gestión administrativa de La Voz es nefasta, por parte de la dirección y estan dejando que la empresa se hunda. En niveles más locales, hay situaciones de lo más surrealistas, que podríamos empezar a contar. Una de ellas me coincidió verla en Orense. Yo, que trabajo para la Administracion pública, vi una inauguración en el Paseo. Había primeras páginas de La Voz y aquel día fue a presidir el director. Eché un ojo y no dijo palabras de inauguracion limitándose a estar en corrillo con los invitados. Me pareció un acto poco lucido, mustio. No parecía que estaba allí un director de La Voz. El cargo está perdiendo puntos. Es una impresión.Por lo que leo aquí quien corta el bacalao es otra persona.

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