Aplausos |
--- Juan C., periodista: «Todos y cada uno de los jefes que he tenido en una vida laboral de veinte años eran trepas, y son demasiados como para considerarlo una cadena de casualidades».
--- Patricia N., también periodista: «La clave para subir es ser un pelota y pertenecer a un grupo. Los más inteligentes y los más brillantes no suelen ser trepas, se amparan en su propio talento y, paradójicamente, eso es lo que al final los condena. Miras atrás al cabo de los años y todos los jefes que ves no son los brillantes, son los lameculos. Se les recompensa por unos servicios que no tienen mucho que ver con su trabajo. Es como en los partidos políticos, cuando ganan los tuyos te va bien, aunque seas un cero a la izquierda».
--- Ade Pérez, psicóloga: «Un trepa no es un caso patológico, así que no se puede considerar desde la psicología clínica. Se trata de personas que consideran que el fin justifica los medios, y por tanto pueden hacer cosas como atribuirse los logros de los compañeros o propagar rumores falsos. Carecen de escrúpulos. Tienen una cierta obsesión por figurar, son controladores y gente peligrosa, que contamina mucho la vida en un trabajo».
Los párrafos entrecomillados han sido extraídos de "Todos los jefes que tengo son unos trepas; no es casual".
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ENLACES:
--- «El gran drama de las empresas periodísticas»,
--- «El "peloterismo salvaje" que denuncia Maruja Torres ha hecho estragos en La Voz».
Na Voz o peloterismo é o principal motivo de ascenso e hoxe case todos os xefes da administración e das redaccións locais e tamén os que teñen cargo na redacción central xa exercen de pelotilleros, e os poucos que non o fan calan, pero esto é comprensíble pois se son demasiado críticos coas ordes que reciben sufren consecuencias e chegan a perder o cargo e parte da nómina.
ResponderEliminarTraballo na Voz e tamén calo porque teño familia e se non cobro a fin de mes non comemos.
Unha aperta aos despedidos e que o 2013 sexa mellor ou menos prexudicial.
Me temo que este 2013 será de "agarraté los machos" y de verdad que lo siento por los que le toque, que los habrá
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