"Actualidad" capturada en un álbum de reliquias |
Hace ya más de dos años, cuando La Voz de Galicia SA logró que sus trabajadores aceptaran una rebaja de salarios del 3% a cambio de que no hubiera despidos, sino solo "bajas incentivadas", Mantilla, como rey de la cadena de emisoras, consiguió que casi todos los empleados de Radiovoz (en la que los subempleos y las externalizaciones son norma) también aceptaran esa rebaja, lo que logró entrevistándose uno a uno con todos y recurriendo a todo tipo de presiones. Pero nueve trabajadores no aceptaron y los nueve ya están en la calle.
La trayectoria de Mantilla en el Grupo Voz se inició cuando esta compró la licencia y emisora que Mantilla poseía en A Coruña: Radio Marineda.
Fuentes de la cadena Radiovoz indicaron en su día que abonó 140 millones de pesetas. Pero además de beneficiarse de esa compra-venta, Radiovoz se ubicó en el local de Radio Marineda (antes asociada a Onda Cero, cadena a la que estuvo vinculada Radiovoz durante varios años), que es propiedad de Mantilla. El local, ubicado en el número 1 de la Ronda de Outeiro (A Coruña), es de compleja estructura y está formado por la suma de un semisótano, unos bajos y una especie de entresuelo.
El Grupo Voz instaló allí la sede de Radiovoz y la redacción local del periódico en régimen de alquiler, por el que paga a Mantilla una renta que supera los 7.000 euros mensuales, aparte de su salario, que ronda los 4.000 euros mensuales netos, más generosos gastos de gestión y representación (almuerzos, cenas, kilometraje, etcétera).
¡Y todavía haya quienes se extrañan de que el Grupo Voz tenga problemas económicos!
Los trabajadores de Radiovoz ya fueron advertidos de los aberrantes criterios empresariales de Mantilla por los compañeros de Onda Cero, pues estos ya habían trabajado a las órdenes del hoy gerente de la cadena del Grupo Voz: "Tenemos que llevar el papel higiénico y el jabón para utilizar los lavabos", advirtieron los exsubditos de Mantilla...
Con el paso del tiempo los hechos han confirmado plenamente esa y otras advertencias. Ya en el año 2000, cuando la redacción y estudios del Grupo Voz en A Coruña fueron reubicados en el local de la Ronda de Outeiro, la empresa de Rey Fernández-Latorre tuvo que invertir en torno a 150.000 en adecentar el local, que luego ha precisado sucesivos arreglos e inversiones. A pesar de todo, el local todavía hoy acusa deficiencias (por ejemplo, el sistema de ventilación sigue lanzando carbonilla, lo que perjudica a las personas que padecen alergías y causa problemas respiratorios a cuantos allí trabajan, que además padecen estrecheces y variados inconvenientes).
Las instalaciones no solo tenían y tienen defectos, algunos graves, sino que además parte de las instalaciones de la emisora ocupan un espacio que fue ganado al garaje contiguo (desde el estudio se oían los motores de los coches que hacían maniobras en el aparcamiento del inmueble). Esa ampliación del local propiedad de Mantilla supuso el cambio de uso de una superficie del edificio, lo que según la información recabada se hizo sin tramitar los permisos legales correspondientes.
El reencuentro Mantilla-Velázquez
El gerente de Radiovoz, además, tiene "baraka", pues el fichaje por parte del Grupo Voz de María Velázquez Arroyo como directora de recursos humanos aumentó su poder en el seno de la empresa, pues habían mantenido una "simbiótica" relación profesional cuando ambos pertenecieron a la plantilla de Televisión de Galicia (TVG), donde dejaron profunda huella, ella como responsable de las relaciones laborales y él como delegado de los trabajadores (aunque en realidad ejercía de "submarino").El presidente del Grupo Voz, Santiago Rey Fernández-Latorre, con motivo de sus estancias en el local de la Ronda de Outeiro (inmueble que actualmente también es la sede social de La Voz de Galicia SA) manifestó en al menos dos ocasiones su deseo de que Radiovoz y la redacción coruñesa del periódico cambiaran de ubicación, para lo que instó a los directivos del grupo a buscar un emplazamiento más digno en una zona de la ciudad más céntrica. Las palabras del propietario han caído siempre en saco roto, pues informes "técnicos" de Mantilla han sido utilizados para retrasar indefinidamente las órdenes de Santiago Rey Fernández-Latorre, lo que permite que Mantilla siga ingresando dinero gracias a la renta que paga el Grupo Voz por un local que tiene escaso futuro y que sería difícil vender o alquilar. Solo empresas gestionadas con los pies, como La Voz y Radiovoz, son capaces de desprestigiarse residiendo en ese tipo de locales-ganga.
Avales "profesionales" de la jefa de informativos
Para redondear, el actual director general de La Voz, Luis Miguel Lois Blanco, cuando era el máximo responsable de Radiovoz nombró jefa de informativos de la cadena de emisoras a Antía Díaz, profesional voluntariosa cuyos principales avales para acceder al cargo, lo que hizo pasando por encima de profesionales con mayores conocimientos y más experiencia, eran dos:a) Ser pariente de uno de los subdirectores del periódico (Antía Díaz Leal es familiar cosanguineo del ferrolano Carlos Agulló Leal, subdirector del periódico, y
b) Haber trabajado en la empresa de la esposa de Lois Blanco, Guindeira Comunicación & Eventos.
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NOTA: Este texto ha sido elaborado en base a la información aportada por trabajadores y extrabajadores de la cadena de emisoras del Grupo Voz.