Viñeta de Sistema de Monos/Dibujos Imborrables |
De entrada, habría que saber con exactitud en qué consisten y cuánto suman exactamente esos graves apuros económicos y, sobre todo, qué y quiénes han causado y causan las pérdidas o dificultades.
La opinión de los trabajadores es prácticamente unánime. En esta ocasión las discrepancias y las reservas son cuantitativamente insignificantes: la plantilla no está dispuesta a que la empresa rompa un convenio que "el grupito" promocionó, presionando lo posible y lo imposible para que fuera asumido por el anterior comité de los trabajadores. Por si fuera poco, una vez firmado ese convenio que ahora no les sirve, todos los directivos bendijeron el pacto como si de un hito histórico se tratara.
Sobre todo en el caso de los olvidadizos, es muy recomendable volver a leer el post «¿Por qué la empresa y sus aliados urgían firmar el nuevo convenio?»
¿Todos nos hemos vuelto locos? Los miembros de "el grupito", por lo visto, sí.
Esta vez es casi imposible que haya fisuras
Los trabajadores respaldan sin fisuras al comité intercentros y si es preciso, serán convocadas acciones de protesta y en esta ocasión «no descartamos ninguna de las posibles», han precisado a ExVoz representantes de dos de los sindicatos presentes en el comité.
Por primera vez, "el grupito" ha conseguido que la indignación sea el sentimiento generalizado y que todos los trabajadores que se han pronunciado consideren injustificable o cuando menos inconveniente que sigan al frente de la empresa quienes han demostrando ser incapaces de elaborar y poner en marcha planes que combatan los efectos de la recesión, la pérdida de compradores y, ¡de una vez por todas!, La Voz deje de ser el altavoz de intereses que son radicalmente ajenos a la propia empresa y, por tanto, también perjudiciales para los trabajadores.
Pegarse un tiro sin querer
La posibilidad de que la empresa consiga desvincularse del convenio, reduzca los salarios un 15% y prácticamente suprima los pluses es consecuencia directa de la reforma laboral que desde las páginas de La Voz era presentada casi a diario como una "necesidad" económica para España.
Cuando la reforma proyectada por el PP fue debatida en las calles, en los centros de trabajo, en los medios y después en las Cortes, "nuestro" periódico concedió amplio y mayoritario espacio a los columnistas y a los creadores de opinión que apoyaban el recorte de los derechos laborales.
Ahora se entiende perfectamente que Lois Blanco, Xosé Luis Vilela, María Velázquez y los demás miembros de "el grupito" pasearan su impostada "seriedad" por las dependencias de la empresa, pusieran cara de personas reflexivas y predicaran con mayor o menor descaro a favor de que La Voz estuviera al lado de los políticos "sensatos" y "realistas" que defendían ¡"lo mejor para España"!...
Aún hoy, en La Voz siguen dando la vara quienes confunden el culo con las témporas (algunos por motivos partidistas o por interés) al afirmar que la bajada de salarios de los trabajadores permite aliviar el déficit presupuestario del Estado.
Esa es una, solo una, de las aberrantes "lecciones de economía" que algunas lumbreras insinúan e incluso defienden desde las páginas de La Voz.
Hay muchas formas de hacer campañas partidistas y la información económica es uno de los vehículos más adecuados para disfrazarla, como cuando quien todos sabemos firma articulitos magnificando las ventajas del "capitalismo popular".
Y ahora en La Voz se vive (vivimos) en directo la "necesaria" y "sensata" reforma laboral...
Lamentablemente muchos periodistas creen que ellos están al margen de las cosas que publican o sobre las que opinan.
ResponderEliminarFirmado, un periodista ajeno a La Voz, a cuyos trabajadores envío un abrazo y mi solidaridad desde Asturias.