Viñeta de J.R.Mora, en La Kodorniz |
El informe precisa que los empleos a suprimir en la Redacción central (Sabón) serian los siguientes, por secciones: Apertura 1; Asignaciones Especiales 1; Cultura, TV y Servicios 2; Economía y Marítima 1; España e Internacional 1; Galicia 2; Humor gráfico 2; Maquetación y Montaje 3; Mercados 1; Monográficos 2, y Tratamiento de imagen 1.
En las delegaciones, la propuesta repartía las 27 bajas o despidos de la forma siguiente: Ferrol 1, Lalín 2, Lugo 1, Madrid 2, Ourense 3, Pontevedra 2, Santiago 6 y Vigo 10.
El tiempo ha demostrado que la propuesta de Vara sólo fue tenida en cuenta parcialmente.
Por ejemplo, en Archivo ha sido despedida una trabajadora (A. Iglesias) pese a que Vara aconsejaba conservar los 3 empleados existentes.
En Mercados no han despedido a la persona que el director, Xosé Luís Vilela Conde, señaló en al menos dos ocasiones, D. Casas; sino que finalmente "el grupito" optó por transferir Mercados a la sección de Economía, con Sofía Vázquez al mando, despachar a F. Soria (no en vano ya figuró en la lista negra de periodistas que "convenía" despedir elaborada por el director Bieito Rubido) y F. Salgado sigue en plantilla con reducción de categoría y con la esperanza de que acabe autodespidiéndose (F. Salgado fue conselleiro de Economía con el presidente González Laxe, fue repescado para La Voz por Santiago Rey y, lógicamente, "el grupito" prefiere evitar un posible conflicto con el editor).
La propuesta de Vara tampoco fue tenida en cuenta en Monográficos, pues en principio esta sección seguiría funcionando con dos profesionales; sin embargo, ha desaparecido (sus tareas y funciones las asumen las delegaciones y Suplementos) y han sido "liquidados" dos periodistas: M. Guisande y S. Michelena (delegada de Comisións Obreiras).
Por el contrario, los dos miembros de Humor gráfico que Vara proponía amortizar (Pinto & Chinto) siguen en plantilla, al menos de momento.
Y en Infografía, donde a criterio de Vara deberían seguir los 3 profesionales adscritos, han despedido, curiosamente, al más experimentado, P. Manzano.
El documento de referencia demuestra, al igual que la mayoría de los que disponemos, que las decisiones últimas las toman los miembros del llamado comité ejecutivo, órgano más restringido que el comité de dirección. En el ejecutivo son determinantes las opiniones y criterios de Luis Miguel Lois Blanco Penas, Santiago Pérez Otero y el letrado Manuel Areán Lalín (es el único miembro de la vieja guardia de la empresa que sigue en el Grupo Voz y, no obstante, es obligado dejar constancia de que evita entrar en los debates en los que salen a relucir nombres y apellidos).
Por su parte, el director de redacción, Vilela, mantiene una actitud acomodaticia, como siempre. Ni siquiera defiende criterios periodísticos, pues así evita todo enfrentamiento con los "contables", que son quienes detentan el poder en el Grupo Voz.
A su vez, en parte debido a las renuncias de Vilela, la progresiva concentración de poder ha provocado que las opiniones de los subdirectores tengan valor relativo y que los criterios de los redactores-jefes y de los jefes de sección sean prácticamente irrelevantes, pues el papel de estos ha quedado relegado al de "agentes del orden" y al de meros administradores del espacio (páginas) asignado a cada sección.
En la toma de decisiones periodísticas o informativas el esquema piramidal es rígido y se aplica de forma escrupulosa.