En su edición de hoy domingo, La Voz de Galicia incluye en su sección de Opinión el artículo "El coste del fracaso escolar", del que es autor Celso Currás, militante del PP y conselleiro de Educación durante el período 1996-2005.
El autor afirma, entre otras cosas, que "España invierte por alumno más que la media europea", aseveración que Currás ha debido extraer del estudio de la Fundación BBVA al que alude en su artículo.
Pues bien, sin entrar en lo que dice el informe de esa fundación bancaria, uno de los más fiables informes realizados durante los últimos dos años, El gasto público en educación en los países de la OCDE: condicionantes económicos e institucionales, elaborado por Agustín Molina Morales, Ignacio Amate Fortes y Almudena Guarnido Rueda, en base a datos de varias instituciones públicas (no bancos), constata que "entre 1995 y 2008, y tomando como base el año 2000, el incremento en España del gasto por estudiante en educación primaria y secundaria, en términos constantes, fue del 45 por ciento frente al 47 por ciento de la OCDE y el 52 por ciento de la Unión Europea (UE)". Los datos referidos a los años 2009 y 2010, y los disponibles del 2011 indican que el diferencial se ha mantenido.
En el 2008 (ejercicio del que existen datos fiables de todos de los países de la Unión), el gasto en educación del Estado español equivalió al 4,5% del producto interior bruto (PIB), en tanto que la media de los socios de la UE fue del 5,3% del PIB. Entre otros países, el gasto en educación fue más intenso en Alemania (4,7% del PIB), Italia (4,7), Portugal (4,9%), Gran Bretaña (5), Irlanda (5), Países Bajos (5,1), Bélgica (5,9), Austria (6), Francia (6,3), Suecia (7,1), Dinamarca (8,4), etc. Desde entonces, el escenario apenas ha cambiado y desde el 2011, empeora.
No obstante, el gasto por alumno de España sí figura entre los más elevados, pero si se analizan con detalle las causas de esa aparente contradicción el panorama es todavía más descorazonador...
Los especialistas de referencia, que no trabajan para una entidad bancaria, llegan a conclusiones que en cierto modo explican que los expertos del PP no hayan leído su informe u otros de similar rigor y calidad. Pues, por ejemplo, constatan que "aquellos países que registran mayores ratios de gasto público [euros por alumno] gastan proporcionalmente menos en educación"; o esto: "los gobiernos de izquierdas gastan más en educación que gobiernos de otro color político"; y para redondear: "el catolicismo no impulsa la educación pública, sino todo lo contrario".
Sin embargo, en base al informe de una fundación bancaria, Celso Currás lanza la tesis de que las familias españolas tienen una elevada cuota de responsabilidad en el elevado grado de fracaso escolar que acusa España y luego, también en base a los datos del informe bancario, afirma que el Estado español ya gasta más de lo necesario en educación... Es decir, justifica los recortes que están aplicando los gobiernos central y autonómicos del PP en las partidas presupuestarias destinadas a la enseñanza pública.
En fin, sólo es un texto de opinión avalado por un exconselleiro y relevante miembro del PP, naturalmente. Ignoramos si es La Voz la que gana prestigio con la firma de Currás, o si es Currás quien lo gana escribiendo en La Voz... ¡Ellos sabrán!
Un día de estos, con datos de otra fundación bancaria los columnistas con derecho a subirse al púlpito de La Voz nos intentarán convencer de que el salario medio de los trabajadores españoles esta por encima de los de Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos...
La buena trayectoria que refleja el gráfico refleja una evolución que permitió aproximar (¡no igualar!) España a la media de Europa occidental en gasto dedicado a la enseñanza pública (Europa occidental, no es sinónimo de UE, pues esta incluye países del Este continental, que arrastran graves problemas económicos y fuertes limitaciones presupuestarias), pero esa positiva trayectoria remató en el ejercicio del 2010 y los presupuestos del Estado aprobados para el 2013 consolidan ese deterioro.