rifa 4 premios que consisten en abonar sendos salarios de 1.5000 euros mensuales durante un año.
Semejante promoción equivale a burlarse de las personas que han perdido el empleo a causa de las dificultades económicas que acusa La Voz y, por si el descaro fuera insuficiente, también es faltar el respeto a los trabajadores en plantilla, pues son ellos, asumiendo el sacrificio que supone la congelación de los salarios, los únicos que están haciendo un esfuerzo real de índole personal para que la empresa supere el trance...
La situación creada con la ocurrencia de rifar cuatro salarios se puede resumir de forma muy precisa:
Los responsables económicos de La Voz (con Santiago Pérez al frente) han condenado al desempleo a decenas de trabajadores y recortan derechos a los que quedan en plantilla a fin de reparar los dispendios de sus errores y su ineficiencia en la gestión (aparte de la codicia) y, ¡encima!, se burlan de los trabajadores y de los parados rifando sueldos improductivos.
¡Que no inventen rentabilidades!
Los cerebros grises (muy grises) que controlan la empresa pretenden convencer a los trabajadores de que el coste de esas cuatro "contrataciones" será amortizado por el aumento de las ventas que supuestamente genera el sorteo.
Hagamos un sencillo cálculo: suponiendo que cada ejemplar vendido deja un beneficio antes de impuestos de 30 céntimos (lo cual es una exageración), para amortizar los 72.000 euros que costarán esos cuatro salarios La Voz debería vender un cuarto de millón de periódicos más de los previstos durante los 20 días en los que se publican los resguardos para participar en la rifa.
Pero "el grupito", inteligente como es, irá a más y para negar la necesidad de cumplir ese aumento de las ventas alegará que han contabilizado una teórica rentabilidad subyacente, o añadida, que consiste en que parte de los clientes circunstanciales que compran el periódico para participar en la rifa se convertirán en clientes estables... ¡Otra simpleza!
Reiterados y rigurosos estudios han demostrado que los concursos para captar nuevos clientes de prensa tienen "muy baja" o "dudosa" efectividad y, además, esa diminuta o cuestionable rentabilidad es prácticamente nula desde que estalló la crisis debido a que se ha derrumbado la capacidad de consumo de más del 80% de la población y comprar el periódico no sólo es un gasto extra sino que, además, de un tiempo acá La Voz tampoco ofrece atractivos suficientes.
Pero "el grupito" irá a más y esgrimirá otra excusa: la rifa prestigia a La Voz... ¡Manda narices!, hace falta tener muchas tablas para decir eso y aparentar seriedad... Y hay que ser bastante bobo para creérselo.
En definitiva, La Voz se gasta 72.000 euros en cuatro salarios improductivos pero, una vez más, a "el grupito" le sale gratis burlarse de sus propios trabajadores y de los que han sido condenados al paro.
Imaginamos que Santiago Pérez celebrará su hazaña con un sonrisa y echándose al coleto un güisquicito en la cafetería del club de golf.
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ENLACE a "Mañana, sí tocará en La Voz", texto de la sección sindical de CC OO-La Voz criticando el sorteo de salarios.