..
Tal como adelantó el comité de los trabajadores de La Voz a finales del pasado mes de enero, ayer martes (19 de marzo) se celebró en la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, en Madrid, el acto de conciliación -¡frustrado!- y la vista por el conflicto colectivo que provocaron los directivos de La Voz de Galicia SA con su intento de modificar de forma unilateral el régimen que regula la compensación por los festivos trabajados (según han ratificado sucesivos convenios desde 1993, los trabajadores tienen 18 días libres a cambio de trabajar los días laborables declarados festivos).El asunto tiene miga y se suma al rosario de despropósitos en el que incurre "el grupito".
Desde illo témpore, la mayoría de los trabajadores (periodistas y personal técnico y administrativo vinculado a la impresión del periódico) disfrutaban de los 30 días de vacaciones regulares más 13 días en compensación por los festivos trabajados y en 1993, esos 13 días pasaron a 18 en interés de la empresa, que con esa concesión reducía costes salariales: tiempo libre, menos dinero.
Pero en enero del 2012 la empresa intentó colar por la puerta de atrás las rebajas del tío Paco, pues el subdirector de organización remitió la circular con la que la empresa recordaba a todas las secciones y delegaciones que antes del 31 de enero debían comunicar el calendario de vacaciones y los períodos de disfrute de los 18 días compensatorios, pero en esa ocasión la circular incluía un novedoso e inocente párrafo, pues la empresa reclamaba que los trabajadores indicaran que días feriados o festivos (aparte de los domingos) podrían no trabajar o trabajar, tanto da para hacer un recuento, pues lo que la empresa pretendía y pretende es tener en cuenta el número de festivos no trabajados para establecer los días libres de la compensación y, por ejemplo, descontar de los 18 días los festivos incluidos en el período de vacaciones anual.
¿Jugamos a las adivinanzas?
Esa pretensión no solo quiebra el sentido por el que en su día se establecieron los 18 días de compensación (más tiempo libre, menos dinero), sino que además es imposible de aplicar, ¿o acaso alguien sabe lo que ocurrirá, por ejemplo, el próximo Día das Letras, o durante el Primero de Mayo, o el Día de la Constitución o en los días precedentes a esos y a otros festivos?
Solo sabiendo de antemano lo que ocurrirá (homicidios, mociones de censura, detenciones, terremotos, catástrofes, etcétera y etcétera) es posible determinar qué días festivos podría permitirse el lujo de no trabajar un periodista…
¿Pagarán horas extras?
Todo ello sin olvidar que estando de vacaciones o de días libres es normal que el periodista sea invitado a suspender su descanso debido a una urgencia o un suceso extraordinario en materia informativa. Y sin olvidar tampoco que todos los periodistas de La Voz hacen cada semana un mínimo de 6/8 horas extraordinarias, ¿o acaso "el grupito" ignora que en este periódico ningún periodista, ¡ninguno!, trabaja solo las horas que marca el convenio?
"Señale usted los días festivos que no trabajará en los próximos doce meses", reclaman los destructores de La Voz.
Muy bien: A cambio de joder una compensación lograda hace años, los periodistas y todo el personal vinculado a la impresión del diario contaremos con rigor las horas trabajadas y, partiendo de la hipótesis de que todos nos incorporemos el lunes por la mañana, mucho antes de finalizar la jornada del viernes habremos cumplido o rebasado las 36 horas, de modo que gran parte del periódico del sábado, así como los del domingo y lunes los elaborarán e imprimirán "el grupito" y Santiago Rey... ¿Vale?
¿Por qué "el grupito" se empeña en romper la baraja?
¿Por qué la empresa se empeña en quebrar el sentido original de los 18 días compensatorios y, para colmo, reclama previsiones imposibles?
Además de que "el grupito" disfruta haciendo alarde de su poder, es evidente de que los cerebros grises de La Voz se han pasado varios pueblos despidiendo trabajadores por lo que ahora buscan, cual posesos, horas productivas debajo de las piedras y esos 18 días libres constituyen una bicoca: ¡hay que destruir ese lujo!, gritan el señor Blanco y la señora Velázquez...
Pero atención, "el grupito" no tiene medida, recortar y recortar hasta destruir esos 18 días solo es un paso, otro. Y si nadie les para, darán otro y otro...
Insistimos, "el grupito" no tiene medida y amenaza con romper hasta los muebles.
Ayer el conflicto de los 18 días quedó visto para sentencia en la Audiencia Nacional. El fallo será emitido en el plazo de dos o tres semanas.
Veremos.
Sea cual sea el resultado y vista la actitud amistosa de "el grupito", ¿por qué no empezamos a contar las horas extras y reclamamos su abono? O sencillamente, ¿por qué no trabajamos exclusivamente las horas semanales que establece el convenio?
Si quieren quid pro quo, quid pro quo tendrán…
A este paso pagaremos por venir a trabajar.
ResponderEliminarLo de las horas extras es un robo en toda regla.
EliminarLo de los domingos también es un escándalo, hay enchufados que hacen y cobran ese plus todos los domingos y a otros nunca les dan un domingo.
EliminarTienes razón con lo de que algunos trabajan todos los domingos, pero los principales culpables (en redacción)son tus compañero/as: tiempo atrás se peleaban para no ir a trabajarlos... ya cobraban mucho. Yo trabajé todos los que pude, pues necesitaba el dinero. No sé ahora, antes había mucho/a altivo/a.
Eliminar¿Quién se peleaba por no ir a trabajar los domingos? Había quien no quería, pero desde siempre la mayoría quería ir al menos un domingo al mes porque se pagaban muy bien. Muy pocos renunciaban a eso.
EliminarCon las rebajas que hubo en sucesivas tablas salariales fueros a menos los dispuestos a ir porque era menos rentable trabajar el domingo, pero los empleados a los que se les aplican las tablas salariales más antiguas siguen queriendo ir y hay algunos que ganan casi un 50% más al mes porque van todos los domingos.
Hubo periodistas viejos a los que les quitaron los domingos porque salía caros, pero solo se los quitaron a unos pocos y en algunos casos fue para joderles por asuntos que nada tenían que ver con el trabajo. Pero a otros les dejaron dos, tres y hasta cuatro domingos al mes y siguieron forrándose.
Quizá la palabra "peleaban" no esté bien empleada. Pero te diré que contemplé grandes "cabreos" de compañero/as a los que, por falta de personal, les adjudicaban más de un domingo al mes.
EliminarEn delegaciones hay periodistas que trabajamos unas 50 horas semanales.
ResponderEliminar@domingosampedro trabaja 20 horas a la semana para la Voz más otras 100 o 200 en Twitter, la mitad de ellas haciendo campaña contra Pachi Vázquez.
EliminarSin contar las que dedicó a la biografía para promocionar a Feijóo.
EliminarLo que escriben él y Cheda en la Voz se sabe el día antes leyendo sus tuits, con las mejores plumas de la Voz chivando lo que firmarán al día siguiente no hay quien venda periódicos (aquí va una carcajada contenida).
EliminarA qué Cheda te refieres al hijo o al padre, que es socio de Barreiro Rivas?
EliminarAl hijo, que haciendo la ola a Sampedro está demostrando no haber heredado la prudencia de su padre.
EliminarOlvidaros de esas dos "estrellas" y mojaros con el tema de los 18 días y las horas extras.
EliminarPeor que lo de esos dos peones de Lois Blanco es lo de Jacinto Ruiz, que se jubiló con 65 y la máxima pensión y le regalan la externalización de especiales como el de Emprendedores, lo que quita trabajo a los que seguimos en la Voz. En este periódico hay más listos de los que parece.
Eliminar¿El grupito le debe algo a Jacinto o es para que calle?
EliminarSegún mis cálculos, si La Voz pagara las horas extras que hacemos el gasto en salarios aumentaría en torno al 22-23%.
ResponderEliminarYo soy partidario de que quiten los 18 días a cambio de garantizar dos días libres a la semana.
ResponderEliminarDe acuerdo, pero pagando también las horas extras.
EliminarFirmaba hoy mismo dos días libres a la semana y perder los 18 de compensación, pero también cobrando las horas extras, pero si organizaran el trabajo con la cabeza sin tener en cuenta intereses particulares seguro que no hacían falta tantas horas extras.
EliminarY de paso que arreglen lo de los domingos. Hay mucho que arreglar pero no arreglan nada.
EliminarQué gran verdad: si organizaran el trabajo no haría falta hacer horas extras.
EliminarDiste en el clavo. Pero, recuerdo a un tal subdirector de organización apellidado Vara que de esto sabía bien poco... por no decir nada. Lo que sí hacía a la perfección era ejecutar las órdenes que le daban sin pararse a pensar si estaban bien o mal. Pero, como buen conocedor de esta casa, también había (y habrá) muchos trabajadores/as que, a pesar de estar en el interior del edificio muchas horas, su producción no pasaba de UNA página.