Los primeros datos sobre difusión de la prensa en abril confirman su evolución "natural", a la baja

El diario impreso que a medio plazo no posea una versión

digital rentable, estará condenado a desaparecer

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"La prensa ha muerto", anunciaron por primera vez hace ya cinco años directivos de empresas editoras, periodistas y analistas de medios estadounidenses. El augurio lo repitieron casi al mismo tiempo sus homónimos británicos, alemanes y franceses, por este orden.
Pero la afirmación era (y es) excesiva, tanto en el tiempo como por su rotundidad. Aunque sí es cierto, incontrovertible, tal como constatan los datos, que el negocio de la prensa como se ha entendido hasta ahora ya está condenado al fracaso.
Dicho de otro modo, los diarios impresos están obligados a revisar todos sus criterios, también los contenidos, poseer ediciones digitales (no copias de la de papel) y cobrar ¡ya! por ciertos servicios: Para empezar, el acceso a las hemerotecas hace tiempo que no debería ser gratuito y de la información del día solo se deberían regalar avances o versiones reducidas.
Y en papel, resumiendo, los contenidos tendrán "menos menudeo" y "más seso", contextualizar y profundizar en las noticias y asuntos más relevantes será fundamental; ¡más!: será vital.
Los diarios de papel se encarecerán (ya deberían ser más caros), pero al mismo tiempo la difusión de simplezas y ocurrencias, las tergiversaciones y las mentiras serán cada vez más penalizadas por los clientes (esto no implica que se deban descartar los publi-reportajes o promociones, pero su condición deberá ser advertida sin equívocos y los contenidos, de buena calidad y de alto interés para los clientes... ¡No para las empresas editoras, ni para quienes escriben, sino para los clientes!)
Las empresas que no afronten esos y otros retos desaparecerán.
Proceso lento, pero imparable
Por lo general, cuando un diario entra en declive, las ventas descienden lentamente; rara vez un diario ha muerto en cuestión de semanas, ni de meses. De forma similar, la pérdida colectiva de mercado que acusan los diarios impresos es lenta, y sería más lenta si no mediara la recesión económica iniciada en el 2008, que lleva aparejada una inusitada caída de los ingresos por publicidad.
Sin embargo, la prensa no morirá, pero en los países industrializados (o si se prefiere, en Occidente) los diarios impresos están condenados a perder más del 50% de la difusión y al paso de varios años, numerosos periódicos habrán visto reducida su difusión incluso más, hasta un 60 y un 70%; sobre todo en las geografías mejor dotadas en materia de telecomunicaciones (prácticamente en todas las áreas urbanas y grandes villas de Europa occidental, incluida Galicia).
El futuro del negocio de la información está, por este orden, en:
1. La TV seguirá siendo el soporte número uno y, además, sus ofertas experimentarán a corto plazo una profunda transformación y consolidación con la televisión a la carta, que ya se está introduciendo en Norteamérica y Europa,
2. Seguirán ganando usuarios los medios digitales, que incluirán cada vez más inserciones audiovisuales y, con toda probabilidad, a medio plazo (6/8 años) competirán de tu a tu con la TV, tanto en captar clientes como publicidad,
3. Aunque a menor ritmo, seguirán creciendo las nuevas formas de comunicación-información, las llamadas redes sociales, y se mantendrá la radio.
Sí, la radio es el único soporte clásico de información que por sus características (el "don de la ubicuidad") está en condiciones de sobrevivir y conservar similar audiencia a la actual en el largo plazo (aunque con ingresos por publicidad más reducidos), también en Occidente.
¿Y los diarios impresos?
A medio plazo (6/8 años) deberán ser el "caviar" de la información, o no serán.
De modo que es fácil intuir cuáles agonizarán hasta desaparecer... Aun así, cuando las redes telemáticas sean accesibles técnica y asequibles económicamente para todos, la prensa como negocio desaparecerá.
El avance de los datos de difusión de los cuatro grandes rotativos españoles correspondientes al pasado mes de abril confirma por enésima vez que la prensa clásica agoniza... Pero no muere.
A la espera de acceder en las próximas horas a los datos de difusión durante el mes de abril de los rotativos autonómicos y locales, ajuntamos el cuadro resumen de los cuatro "grandes":
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