Bárcenas ha desempolvado el caso Yak-42, en el que La Voz jugó un "glorioso" papel informativo

Durante la jornada de hoy (martes 16), aparte de otros detalles referidos al caso Bárcenas, todos los medios gallegos y españoles se han hecho eco de que, según ha declarado el extesorero del PP en sede judicial, el actual embajador de España en Londres, Federico Trillo, utilizó dinero negro para abonar los servicios de los abogados que defendieron a los altos cargos del Ministerio de Defensa imputados en el procedimiento judicial incoado a raíz del accidente de aviación habido en Turquía en mayo de 2003, en el que murieron los 12 tripulantes y los 62 militares destinados en Afganistán que regresaban a España (para saber más del suceso, ver «Accidente del Yak-42 en Turquía», en la Wikipedia).
Pues bien, si por algo destacó la información que ofreció La Voz de Galicia sobre aquel penoso desastre y sus consecuencias, fue por la parquedad, cuando no por la ausencia de reseñas.
El "delicado" tratamiento informativo de La Voz causó lógica extrañeza, pues el caso Yak-42 constituyó uno de los despropósitos más graves de cuantos protagonizó el Gobierno de la época, presidido por José María Aznar, y en especial por Federico Trillo, a la sazón ministro de Defensa, pues la procelosa y tercermundista contratación del transporte y el tratamiento dado posteriormente a las víctimas del siniestro y a sus familiares fueron, sencillamente, lamentables y delictivos.
¿Por qué La Voz informó poco o nada y arrastras?
Muy sencillo: porque la entonces esposa del propietario de La Voz de Galicia SA era Amparo Navarro, hermana del general de división Vicente Carlos Navarro Ruiz, jefe de la Inspección General de Sanidad del Ministerio de Defensa, acusado de falsedad en documento oficial (cadáveres y restos humanos a los que se les otorgaron falsas identidades), por lo que fue condenado a 3 años de prisión, si bien se benefició de un indulto gubernamental.
Pues bien, el propietario de La Voz, Santiago Rey Fernández-Latorre, dio instrucciones concretas al director del periódico para que el tratamiento informativo fuera… ¡el que fue!
La circunstancia de que su cuñado fuera el principal acusado por el vergonzoso sainete que se organizó con los restos de los militares muertos y la necesidad de proteger en la medida de la posible su honorabilidad, pesaron más, ¡mucho más!, que informar de forma adecuada a los lectores de La Voz y a la sociedad en general.
Lógicamente, el director del periódico veló para que se cumplieran los deseos del editor y que la información sobre el caso Yak-42 fuera escueta y si era posible, nula. Por descontado, el apellido Navarro solo apareció cuando fue totalmente imprescindible.
Tal es del concepto de ética informativa que tiene Santiago Rey Fernández-Latorre como propietario de un periódico, una cadena de emisoras de radio y un canal de TV.
Eso sí, en los actos públicos, en los mil y un homenajes que se organizan para mayor gloria suya y en las comparecencias ante los trabajadores, el empresario siempre insiste en la independencia informativa de sus medios…
Hay más episodios. Pero no queremos cansar a los lectores de ExVoz. Poco a poco, en la misma medida que Santiago Rey y sus secuaces vayan recortando las nóminas y despidiendo trabajadores, seguiremos ofreciendo detalles que permitan entender la deriva del Grupo Voz.
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ENLACE a una información relacionada: Familiares de «las víctimas del Yak-42 estudian acciones legales tras la declaración de Bárcenas».
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NOTA:
Si usted, lector o lectora, ha sido víctima de un "desafuero" informativo perpetrado por La Voz de Galicia, Radiovoz o VTelevisión, queda formalmente invitado a hacernos llegar detalles del episodio (lógicamente, es preciso aportar pruebas suficientes); contacto: exvoceiro@gmail.com.